El año está por
terminar. Permite que con él se vayan todos los malos recuerdos que hubo en él,
las falsas expectativas, el miedo, los rencores, el dolor.
Cierra los ojos
y piensa que el nuevo año que está por comenzar será lo que tú quieres que sea,
ni más ni menos. El destino no existe, ni la suerte. Lo que sí existe son las
buenas decisiones tomadas con razón más que con emoción.
Este nuevo año
estará lleno de decisiones por tomar. Esas que te cambian la vida, el rumbo, el
camino.
Por tanto, hoy quiero
volver a recordarte algo sumamente importante y que deberás recordarlo todos los
días del próximo año:
No mendigues amor a quien no tiene tiempo para ti. A quien
sólo piensa en sí mismo.
No te merece quien te hace sentir invisible e
insignificante con su indiferencia. Te merece quien con su atención te hace
sentir importante y presente. ¿Sabes
porqué? Porque el amor se debe demostrar. Te merece aquel que dice menos pero
hace más. No quien sólo te busca cuando te necesita, sino quien está a tu lado
cuando tú le necesitas. Te merece quien sin esperar nada te lleva dentro, te hace
sentir importante en su vida.
Dicen que no existe la falta de tiempo, sino la falta de
interés. Porque cuando la gente realmente quiere, la madrugada se hace día, el
martes se vuelve sábado y un momento se vuelve una oportunidad.
Así que no ignores el dolor emocional que te hace sentir esa
persona (tal vez ya tienes su nombre en
mente), trabaja en ello y extrae enseñanzas del mismo modo que lo hacemos con
otros aspectos de la vida. Saca algo positivo del dolor y da vuelta a la
página.
Se tiene la falsa creencia que el tiempo curará las heridas sin necesidad de desinfectarlas, ni de poner
vendas o parches para evitar que sangre. No es así. Debes prestar atención y
dar el cuidado que se necesita para que sane bien. Valórate, quiérete, cuídate
a ti mism@. Dedica tiempo a la gente que te hace sentir bien.
Por favor, no mendigues la atención, la amistad ni el amor
de nadie. De NADIE.
Dicen por ahí… “No esperes nada de nadie, espera todo de ti”.
Quien te quiere lo demuestra. Si no te llama o no contesta
tus llamadas, no le llames! No busques a quien no te extrañe, no extrañes a
quien no te busca, no escribas, no te sometas al castigo de la indiferencia que
demuestran los mensajes ignorados, no esperes a quien no te espera. Valórate.
Deja de mendigar y rogar amor o atención. Tu cariño debe ser para quienes te
quieren y te comprenden sin juzgarte.
No te olvides del valor de tu sonrisa ante el espejo,
quiérete y valórate por lo que eres y no por lo que alguien que no te merece te
hace sentir o entender. Tú vales más de
lo que te puedes imaginar.
Tal vez sea buen momento para decir adiós y cerrar ciclos.
Es momento de decidir.
Toma una buena decisión... para estar mejor.
Dios contigo. Dios conmigo. Dios con todos.
Tu nutrióloga en Monterrey
Beatriz Almaguer
Beatriz Almaguer
No hay comentarios:
Publicar un comentario